“Llegará una época en la que una investigación diligente y prolongada sacará a la luz cosas que hoy están ocultas. […] Llegará una época en la que nuestros descendientes se asombrarán de que ignoráramos cosas que para ellos son tan claras…”
Séneca, Cuestiones naturales,
Libro VII, siglo I
Así comenzaba Carl Sagan su obra Cosmos, que salió a la luz en 1980. En esa época yo tenía 15 años y quedé fascinado por las ideas, las personas y el universo que la serie mostraba. Desde entonces he sentido un gran placer en seguir buscando respuestas a las incógnitas que nos ofrece la vida.
La más fascinante de estas incógnitas la encontré en la naturaleza de las radiaciones y los campos electromagnéticos. Algo que aparentemente no podemos ver, oler o tocar, y que por nuestra experiencia cotidiana parecen no existir. Sin embargo se encuentran en el origen de todo lo que vemos, olemos y tocamos. De hecho la vida y la salud dependen del equilibrio natural de éstos.
Los ritmos y los niveles de los campos electromagnéticos generados por las antenas, aparatos e instalaciones eléctricas, o por la actividad física de elementos geológicos como corrientes de agua subterránea, fracturas y contactos del terreno, o por la radiactividad natural procedente de las rocas del subsuelo, interfieren directamente en el equilibrio de la salud de los seres vivos. La Salud Geoambiental estudia la actividad y las fuentes de las diferentes radiaciones y su influencia en la salud. Mi intención es compartir desde aquí mis reflexiones y conocimientos sobre esta nueva disciplina.
Estoy firmemente convencido de que todos podemos vivir en un lugar sano si sabemos identificarlo y aprendemos a construirlo.
Comparto totalmente tu visión y espero seguir aprendiendo leyendo tus interesantes comentarios:
MÁS MADERA!!
Excelentes consejos. Mi terraza está algo pobre últimamente
y había pensado en montar un pequeño jardín. Además
dicen que es relajante cuidar de las plantas, y es algo que me
viene de perlas.