Hormigas y hormigueros, indicadores naturales de las áreas geopatógenas.

En los escritos sobre geobiología, se encuentran múltiples referencias sobre cómo animales y plantas son indicadores primarios del carácter geobiológico de los lugares en los que descansan, anidan y crecen. Una de estas referencias la encontramos en las tradiciones centroeuropeas, donde se llevaban hormigueros a los lugares en los que se pensaba construir una vivienda, si las hormigas se quedaban en el terreno no se construía la casa, si se marchaban, el lugar prometía salud y suerte a sus futuros moradores. Y es que la presencia de avisperos, enjambrazones, y hormigueros, tradicionalmente se han observado cómo indicadores de una actividad geobiológica de carácter geopatógeno en los lugares donde suelen anidar insectos como las hormigas.

En la actualidad, los científicos han podido observar que aquella misma especie de hormigas que se llevaban a los terrenos como augurio de las suertes del lugar, la formica polyctena (hormiga roja de la madera) construye sus nidos sobre “fallas geológicas”, y se está estudiando su comportamiento como método de anticipación de terremotos. Las experiencias recogidas por la práctica de la geobiológica revelan que los cambios en las fuerzas de la tierra generados por la actividad de una falla en la corteza terrestre, incluso sin actividad sísmica, tienen un carácter geopatógeno para los seres humanos que viven y duermen expuestos a estas fuerzas durante periodos de tiempo muy largos, lo que nos indica una correlación entre la presencia de hormigueros y la existencia de áreas geopatógenas en los terrenos.

Los estudios sobre los hábitos de las hormigas rojas de la madera, y su sinergia con la actividad geofísica de las fallas donde anidan, han sido realizados por un grupo de investigadores de la Universidad de Duisburg-Essen, Alemania. Los trabajos se llevaron a cabo entre 2009 y 2012, y para ello se grabaron más de 45.000 horas de video para el estudio de la actividad en los hormigueros. La investigación, que se realizó en una zona sísmicamente activa de Alemania, clasificó a las hormigas y analizó sus reacciones ante los movimientos tectónicos, descubriendo así comportamientos inusuales en los hormigueros que pueden anticipar terremotos superiores a una magnitud de dos grados en la escala de Richter.

«La presión cambia la estructura de los gases, y las hormigas lo detectan porque son muy sensibles a estas reacciones, del mismo modo que también reaccionan a las variaciones electromagnéticas». Explicó Gabriele Berberich, portavoz del equipo de investigación, en la rueda de prensa celebrada en Viena durante la Asamblea General de la Unión de Geociencias Europea de 2013.

La observación de los acontecimientos naturales, como es la presencia de hormigueros en los terrenos, junto con las múltiples experiencias asociadas a esos acontecimientos,  como puede ser el mal descanso nocturno, o la aparición de enfermedades, han permitido al ser humano, encontrar de forma natural referencias útiles para evitar enfermar por la naturaleza energética de los lugares en los que vivimos.

Geometría Sagrada, taller de trazado, activación y resentir en los lugares sagrados

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Encuentros del Círculo Geoambiental, 23 y 24 de Noviembre de 2013 en Iglesia de La Vera Cruz, Segovia.

Nos introduciremos en los conocimientos básicos de la Geometría Sagrada que los maestros constructores utilizaron en la construcción de los espacios sagrados, un conocimiento hermético heredado de la cofradía de los Compañones, maestros constructores franceses.

Se trata de una tradición oral universal conocida y aplicada en todas las construcciones sagradas del mundo y los mandalas tibetanos, y que difiere de la Geometría Universal que hoy se conoce. Se trata de una Geometría vinculada a cada latitud del lugar, aplicando una serie de trazados concretos que permiten activar y ordenar unas energías concretas.

Este conocimiento es ideal para todo aquel que se encuentre interesado en conocer este legado, su reflejo en el proceso interior, y su aplicación en los diseños arquitectónicos, de interiores, objetos, mándalas, etc. aprendiendo a cómo «ordenar» las energías de un espacio-entorno.

Infórmate aquí.

DESCARGATE EL PROGRAMA EN PDF

Tráiler GEOBIOLOGÍA, LA TIERRA VIVA

En la Fundación para la Salud Geoambiental hemos estado trabajando los últimos meses en un proyecto denominado GEOBIOLOGÍA, LA TIERRA VIVA. El objetivo, es dar a conocer el fascinante mundo de la geobiología desde la perspectiva de sus protagonistas, los geobiólogos.
Dentro de muy poco verá la luz, os tendremos informados.

Mientras tanto aquí tenéis el tráiler del programa.

¡¡No os lo perdáis!!

www.geobiologia.com

MAGNETOSTÁTICA Investigación Espacial y Geobiología

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La ausencia del campo magnético de la Tierra puede provocar que los astronautas desarrollen trastornos mentales durante los vuelos espaciales lejanos a la Tierra, como en el caso de futuras expediciones a Marte, esto es lo que nos dicen científicos rusos del Instituto de Investigación de Biología y Biofísica de la Universidad estatal de Tomsk, y del Instituto para Problemas Biomédicos de la Academia de Ciencias de Rusia, como conclusión a los experimentos que han realizado para estudiar lo que sucede cuando se carece del campo magnético terrestre, o éste es débil.

Los experimentos, realizados con ratas, mostraron que los animales perdieron habilidades sociales, tenían problemas con la memoria y experimentaron cambios en sus órganos internos.

Natalya Krivova, directora del Instituto de Biología y Biofísica, y Kirill Trukhanov, investigador en jefe del Instituto para Problemas Biomédicos, explican que el campo magnético terrestre influye en todos los organismos vivos del planeta.

Para el estudio, los científicos construyeron un espacio donde el campo magnético terrestre fue reducido a una milésima de su fuerza, donde vivieron 12 ratas durante un periodo de 25 días.

En sus primeras observaciones, los científicos notaron una agresión creciente entre las ratas,  éstas establecen su jerarquía dentro del grupo a través de luchas, sin embargo “al quedar privadas del campo magnético terrestre olvidaron cómo hacerlo y perdieron sus habilidades sociales”.

También observaron fallos de memoria en los roedores, olvidaban su entorno habitual, los ratones comenzaban a examinar el ambiente de nueva cuenta como si nunca hubiesen estado allí antes.

La intensidad del campo magnético de la Tierra es cientos de veces más fuerte que los de Marte o Mercurio, protege a todas las criaturas vivas en la superficie del planeta del viento solar y del flujo de partículas procedentes del Sol, y por lo que además se desprende del estudio, también es necesario para el buen funcionamiento de nuestros procesos biológicos y cognitivos.

Las naves espaciales en órbita a la Tierra viajan a altitudes relativamente bajas, donde el campo geomagnético se encuentra reducido aproximadamente un 20 por ciento respecto a la superficie de la Tierra, pero los astronautas en expediciones interplanetarias tendrían que vivir con la ausencia de campo magnético terrestre durante periodos muy largos de meses o años.

Y no solo en el espacio podemos encontrar un descenso de la densidad del flujo del campo magnético terrestre, las estructuras ferromagnéticas utilizadas en la edificación (vigas, pilares, mallazos) generan interferencias en el campo geomagnético, pudiendo aumentar o disminuir drásticamente su intensidad con variaciones de decenas de miles de nT (nanoteslas) sobre la constante del lugar, constante que en nuestro país se encuentra entre los 32.000 y los 35.000 nT aproximadamente a nivel de la superficie terrestre. También pueden crear  anomalías como la inversión de la polaridad del campo, e incluso reducir su densidad de flujo a cero nT, lo que implica la ausencia de actividad del campo geomagnético en ése lugar del mundo. Estos acontecimientos se puede observar con un simple geomagnetómetro de mano.

casas de hierro

En el transcurso de nuestro trabajo encontramos personas que descansan con sus cuerpos expuestos a variaciones geomagnéticas de este tipo, personas que duermen con una parte importante de su cuerpo en ausencia de la densidad suficiente del campo magnético terrestre, y al mismo tiempo pueden tener la cabeza o cualquier otra parte del cuerpo orientados magnéticamente al oeste, al sur, al norte, … En esos casos encontramos que después de un tiempo conviviendo con estas características del campo geomagnético comienzan a sufrir diferentes trastornos que se parecen demasiado a los descritos en las ratas expuestas a campo cero, o muy débil, del experimento realizado por los científicos del Instituto de investigación Biología y Biofísica de la Universidad estatal Tomsk (Rusia), y el Instituto para problemas Biomédicos de la Academia de Ciencias de Rusia.

En todos los casos ha bastado con cambiar la ubicación de las camas de estas personas para encontrar una rápida y progresiva mejoría en su estado mental y físico, recobrando la normalidad en sus vidas sin necesidad de otras terapias.

El campo geomagnético es como un nutriente más en nuestras necesidades bioenergéticas diarias, como lo son  el aire, el agua, o la comida. Sin campo geomagnético parece que no hay actividad bioeléctrica suficiente para mantener nuestro soporte vital y cognitivo en plena forma.

ARQUITECTURA ORGÁNICA, UN SPA EN CORDOBA.

Iñaki Alonso, Arquitecto y Fernando Pérez, Geobiólogo.

REJAS SPA BLOG

En un pequeño local, de un edificio de viviendas a las afueras de Córdoba, pudimos realizar un proyecto de SPA  bastante singular. Lo consideramos especial por su proceso de creación y  por la cantidad de elementos de bioconstrucción que pudimos introducir, gracias a la participación, concienciación y predisposición de la propiedad. Proporciones armónicas, trazados reguladores, formas orgánicas, materiales naturales, geobiología, eficiencia y gran aislamiento térmico, son algunos de los aspectos que hemos introducido en el proyecto.

No sería justo decir que un proyecto como el de un SPA es ecológico.  Solo el hecho de construir ya genera bastantes impactos y además un proyecto de este tipo genera también mucho impacto en su funcionamiento, tanto en el gasto de agua como de climatización. Pero sí que podemos hacer un esfuerzo porque ese gasto sea el menor posible, y que los materiales utilizados sean lo menos contaminantes. Elegimos materiales que tengan el menor impacto (la menor energía gris incorporada y la menor incorporación de tóxicos posible)  y que su vida sea larga en unas condiciones adversas como las del SPA. Hemos realizado bastantes esfuerzos para elegir estos materiales y que además sean locales.

GEOBIOLOGÍA,  FORMAS Y PROPORCIONES.

 PLANO APROXIMACION SPA

Figura 1. Estudio de impacto Geoambiental y orientaciones.

Las herramientas de composición armónica existen en la arquitectura desde siempre. Muchas veces ligadas a la arquitectura sagrada, buscando sobrecoger al visitante y, otras veces, como puras herramientas de composición para ordenar y modular de una manera armónica, como en el movimiento moderno hacía Le Corbusier con el número de oro.

El programa, un centro de terapias, de estética, y de salud, nos pedía que usáramos las herramientas necesarias para que la gente se sintiese lo mejor posible y saliese “revitalizada”. Las terapias corporales son las protagonistas de esa función reconstituyente que el cliente va a buscar a un lugar de este tipo, pero el espacio, como actor secundario debe acompañar al tratamiento en la función principal. Por lo tanto decidimos buscar herramientas que nos generasen la mayor armonía posible.

Esperábamos crear un espacio de una belleza y sutileza exquisita con objeto de activar “la salud y la armonía personal” en un lugar destinado exclusivamente a este propósito, con el agua como elemento principal.

Partíamos de unas condiciones ya establecidas por la naturaleza del local, el ambiente geobiológico del lugar era gris, sin alegría, y nosotros precisábamos de un lugar brillante. Tres áreas de alteración geopatógena ejercían una influencia poco afín a nuestros propósitos. Además las geometrías definidas por el perímetro del local tampoco ayudaban mucho, existían irregularidades y contracciones en las formas de la planta que creaban una mala caja de resonancia, el ruido impedía que pudiera expresarse la música deseada.

No encontramos dificultades añadidas por contaminación electromagnética artificial, o problemas con estructuras ferromagnéticas, ni una geología que pudiese añadir elevadas concentraciones de gas radón a la actividad balnearia. Así que en el conocimiento de la realidad del lugar se procedió al arte de proyectar, construir, pulir, y afinar, como en todos los oficios aprendidos y ejercidos con tiempo, constancia, y amor.

Comenzamos con la localización de un punto, un centro donde depositar toda la consciencia destinada a cambiar la energía de ese lugar hacia aquello que estaba en nuestro sueño. Subconscientemente hablo el corazón, sin razón alguna, simplemente sabíamos que era el punto. Desde este punto se estableció el centro que describió el círculo, el círculo que debería definir el lugar donde terminaría el caos y comenzaría el orden, el círculo donde habita la harmonía.

Se establecieron las proporciones solares del lugar, éstas describen la modulación de la luz del sol y consecuentemente la sombra que se proyecta en un lugar del mundo durante un ciclo completo, durante un año solar, así se establece el conocimiento del equilibrio entre las energías de luz y la materia en ese lugar del mundo. De ésta modulación surgieron las proporciones que definirían todos los volúmenes a proyectar, como las cavidades resonantes de un instrumento, y así crear música donde solo había ruido.

MANDALA SPA

Figura 2. Módulo Solar de Córdoba

Se cuidaron las formas, se evitaron las esquinas que crean sombras y dividen la luz rompiendo la continuidad de los muros, y así se pudo crear un trazado sin fin, sin impedimentos, en movimiento continuo, se cuidaron los materiales para que éstos fueran reflejo de la propia naturaleza.

Por supuesto, se evitó disponer los lugares más sensibles, por el destino de su uso, a la actividad de las áreas geopatógenas existentes, y se proyectaron las instalaciones de manera que sus emisiones no alterasen el ritmo natural creado.

Y finalmente se reforzó el propósito y la voluntad de los participantes en el proyecto, los que intervinimos durante la gestación, y los que habitarán el lugar ya puesto en la vida, insertamos la geometría del agua dibujada con diamantes en el centro de este pequeño universo soñado para la “la salud y la armonía personal” con el agua como elemento principal. Lo hicimos juntos, perdura en nuestra memoria, y activa el propósito.

DISEÑO ACTUAL, ARQUITECTURA ORGÁNICA.

El espacio se pensó necesariamente de una forma rígida, la cantidad de instalaciones y la necesidad de intimidad y aislamiento en cada espacio no te permite muchas opciones de flexibilidad así que se dividió en la zona de la piscina, una terma, tres salas de masaje, dos vestuarios, y la sala de instalaciones.

Estas técnicas milenarias, los materiales ecológicos y los trazados armónicos, las podemos trasladar a lenguajes contemporáneos y al final poder tener resultados de diseño bastante actuales, como ha sido el caso con este spa. Sería un error no  mirar y  leer en el pasado, en técnicas y procesos de diseño que se han trasladado de generación en generación y de civilización en civilización, sería incluso bastante  torpe ignorar las técnicas y materiales que han dado tan buenos resultados en tantos años para el diseño y la construcción de los edificios que han llegado hasta nuestros días, con cientos de años de historia.

El programa del espacio ha sido clave para afrontar este proyecto. Un pequeño centro de terapias de salud, un lugar donde la gente acude para recibir un tratamiento reconstituyente y reconfortante. Por lo tanto el objetivo principal del proyecto era crear ese espacio que sea capaz de acompañar al programa, un espacio que consiga que el cliente esté relajado y expuesto a recibir la terapia lo más entregado posible. Un espacio armónico, suave, natural y neutro. Para ello  utilizamos estas tres herramientas, en primer lugar las proporciones, una relación armónica sacada con la técnica de los trazados reguladores, en segundo lugar las formas, muy orgánicas, suaves y amables y por último  los materiales,  naturales y sencillos, mármol, cal y bambú.

La circulación por el espacio común piscinas y salas de masaje está trabajado con formas orgánicas, la curva sustituye a los ángulos rectos en todo este espacio reduciendo estos a su mínima expresión, únicamente en los vestuarios, las salas de instalaciones. «La curva es la línea de los dioses» decía Antoni Gaudí, pero también es la línea de la naturaleza, y sobre todo la línea del agua. Es la máxima expresión del sentido de fluir, de viajar.

PLANO SPA

Figura 3. Planta de distribución.

MATERIALES.

La cal. Un material de gran tradición en Andalucía, que sigue quemándose en hornos de leña de una forma artesanal y ejecutándose  con técnicas similares a las que utilizaban los romanos en sus termas y los árabes en sus tradicionales baños. Creo que hay  lugares en los que no cabe la innovación (por cierto, tan necesaria como absurda en determinadas ocasiones), y uno de ellos es el proceso de la cal, otra cosa son las formas que queramos crear con esa técnica, ahí que creo que podemos dejar correr la creatividad.

Utilizamos la cal de Morón, concretamente de Cales Gordillo, cuya producción tiene lugar a 140 km de la obra. La cal de Morón acaba de ser nombrada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por parte de la Unesco.  Una  cal 100% natural y sin aditivos nos da unas prestaciones excepcionales en este tipo de obras, donde el agua y la humedad afectan continuamente a todos los materiales. En este caso el debate entre prefabricación y/o industrialización y obra húmeda no tuvo cabida. Desde el principio nos decantamos por una obra en húmedo con morteros y acabados en cal.

La piedra. Los suelos son de empedrado y mármol. El empedrado es la versión moderna del canto cordobés, lo que se conoce como el chino cordobés, un material de gran tradición cultural que aporta belleza y estética, además de ser un material natural. La tradición en Córdoba proviene de la cultura árabe, cuando estos quisieron copiar el conocido mosaico romano, elaborándolo con canto rodado del río. Actualmente viene en mallas y su colocación lo hace viable económicamente porque lleva menos mano de obra y el material sigue siendo piedra natural, pero el proceso de elaboración y el transporte lleva su parte de impacto.

AGUA SPA BLOG

Aislamiento de poliuretano de soja. La utilización de este material no deja de ser controvertida por ello me voy a extender algo más. Dentro de la gama de aislamientos ecológicos que no sufran con la humedad solo encontramos el vidrio celular y este de espuma de poliuretano que llaman ecológico, el resto no cumplía los requerimientos técnicos por la excesiva humedad del local. Por otro lado era muy importante un buen aislamiento del local para evitar pérdidas, ya que las condiciones de climatización de estos locales son muy exigentes en temperatura y humedad. Al final elegimos el poliuretano por su forma de aplicación proyectada ya que se adapta a todos recovecos tubos y vigas que había que cubrir mientras que el vidrio celular era en planchas rígidas y hacía bastante difícil y costosa su ejecución.

El material se compone de un poliol y un isocianato. La característica positiva de este material es que sustituye los polioles derivados del petróleo por polioles en base a soja y sustituye los agentes químicos (gases HFC = calentamiento global) por agua. Manteniendo las buenas cualidades que tiene el poliuretano tradicional y mejorando en la reducción de CO2 emitido a la atmósfera, evitando  la emisión de HCF, reduciendo la utilización de petróleo y mejorando la resistencia al fuego. Por el contrario este material utiliza isocianatos, que se forman a partir de una amina y del gas de guerra fosgeno, y que no se consideran saludables. Aunque es un material que está admitido por la certificación medioambiental para edificios LEED y está bastante extendido en EEUU como material ecológico consideramos que la utilización de isocianatos no es lo más óptimo para un producto que dice llamarse ecológico. Por otro lado no conseguimos información rigurosa donde pudiésemos definir los tipos de Isocianatos empleados y el tipo de soja utilizada.

Para tapar el aislamiento de poliuretano y aumentar su aislamiento colocamos una placa de virutas de madera con magnesita, ambos materiales ecológicos y de gran comportamiento frente a la humedad y frente al ruido. Sobre esta placas van colocadas unas piezas de bambú en vertical.

RELACIÓN CULTURAL

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La impronta de la ciudad de Córdoba es muy importante y hemos querido establecer una relación estrecha y conceptual con la historia del lugar. Por un lado la reja que cierra el local en sus dos fachadas es una abstracción de una ventana de la mezquita de Córdoba. Con la intención del juego de luces y sombras que provoca una celosía, hicimos una reja para el cierre del spa. El sol de la mañana dibuja las formas de la antigua ventana del templo cordobés en la pared de la sala de espera y relajación del centro de terapias. A parte de esta sutil referencia geométrica, también jugamos en la relación cultural con lo local con una serie de materiales tradicionales de la zona y la historia de Córdoba, el canto de río, el mármol y la cal.

Hoy reinauguramos este blog

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Hola, ya estoy de vuelta, he tenido que llevar el blog al taller. Chapa, pintura y sobre todo mecánica, que ha estado muy malito atacado por un virus.

Después del último post publicado el día 6 de marzo, donde colgué el artículo aparecido en El País con el título ¿Dormir con el móvil en la mesilla de noche? No, no, no.

El blog sufrió un ataque hacker que me ha tenido fuera de línea cuatro meses. En las búsquedas relacionadas con este blog en Google se podía leer el siguiente mensaje:

“Este sitio puede dañar tu ordenador”

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Hasta a mí me daba miedo entrar en el site, “Este sitio puede dañar tu ordenador” es una advertencia muy seria, realmente impone. Consecuentemente se observó una caída en picado de las visitas al blog respecto a su actividad habitual. Supongo que ésa era la intención de quienes instalaron el virus, claramente parar la actividad del blog. Bueno, no lo han conseguido del todo, se han seguido manteniendo bastantes visitas muy valientes, o completamente inconscientes. ¡¡¡Las señales de advertencia están para algo!!! Je je … Gracias a todos.

El artículo Publicado en El País fue redactado por Natalia Martín Cantero, donde me entrevistaba como experto en contaminación por campos electromagnéticos. Fue un éxito, de lo más leído de su sección durante la semana de su publicación, con 860 Twitters, 3.929 likes en Facebook, 104 me gusta en lo más de la sección de SMODA de El País, y con 334 comentarios en los que participaron activamente un gran número de público escéptico elogiando “a su manera” las supuestas burradas acientíficas que aparecían en la entrevista que me hizo Natalia.

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Las visitas al blog llegaron a niveles históricos después de la publicación del artículo en El País, y el mismo día que colgué en el blog el artículo apareció el aviso en los buscadores “Este sitio puede dañar tu ordenador”.

Nos ha llevado tiempo restaurar el blog pero finalmente ya está otra vez aquí, además con cambio de imagen. Quiero dar las gracias a todas las personas que me han ayudado en ello, gracias  por vuestra dedicación y saber hacer.

Así pues, hoy 8 de julio de 2013 reinauguramos este blog que nació un 3 de febrero de hace ya casi cuatro años.

Un saludo a todos.

¿Dormir con el móvil en la mesilla de noche? No, no, no.

La contaminación invisible de móviles y redes Wifi puede dejarte en vela. Numerosos estudios relacionan una prolongada exposición a radiaciones diversas con el agotamiento de los sistemas de autorregulación de los seres vivos.

NATALIA MARTÍN CANTERO. 01 de marzo de 2013. 08:53 h.

En la serie de televisión de los años 90 Doctor en Alaska aparecía un hombre confinado en una burbuja de plástico a causa de una extraña enfermedad que le producía rechazo hacia casi cualquier cosa fabricada durante el siglo XX. Si este personaje ultra sensible entrase hoy en una casa normal y corriente, en una tienda o en un edificio público, seguramente le daría un telele.
Las personas muy sensibles a la sobreexposición de radiaciones están comenzando a aparecer en un entorno saturado por, entre otras cosas, los router Wifi y la telefonía móvil. “Tan importante como la alimentación o el ejercicio es el lugar donde vivimos”, señala Fernando Pérez, de Geosánix, una empresa especializada en evaluar los tóxicos ambientales y radiaciones naturales y artificiales en cualquier inmueble o terreno.
Es importante recordar que las radiaciones no son percibidas por los sentidos. No se pueden tocar, no se ven, no huelen y no se sienten, por lo que no hay que esperar ningún tipo de manifestación externa. Las radiaciones naturales proceden de la actividad geofísica en la corteza terrestre (un curso de aguas subterráneas, por ejemplo), mientras que las artificiales pueden proceder de las antenas y aparatos de telefonía móvil, los dispositivos inalámbricos de tipo Wifi, los transformadores de los electrodomésticos o el alumbrado urbano, entre otros lugares.
Numerosos estudios relacionan una prolongada exposición a radiaciones diversas con el agotamiento de los sistemas de autorregulación de los seres vivos. Entre los síntomas más comunes en una primera fase se encuentra la dificultad para conciliar el sueño o dolores de cabeza. Cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoció el año pasado que los teléfonos móviles pueden causar cáncer sembró todavía más incertidumbre sobre los peligros de los campos electromagnéticos. Entonces la OMS constató que en algunos ensayos hubo un aumento de gliomas (un tipo de tumor cerebral muy poco frecuente) que se «puede atribuir» al uso de estos aparatos, y que «hay que seguir investigando».
“Existe una gran desinformación al respecto. Y sin información sobre cómo puede afectar a nuestra vida, ¿hasta dónde podemos exponernos?”, señala Pérez. “El Wifi es imparable, y se aplica a todo lo que concierne a nuestra vida. Posiblemente pronto llegará a otros dispositivos. La pregunta es, ¿a qué nivel de radiación nos estamos exponiendo? Estamos ante algo muy nuevo. Todavía tenemos que aprender a manejar los riesgos”.
Si se trata de poner límites, hay que comenzar por el dormitorio, el espacio donde pasamos más tiempo. La precaución más básica es desenchufar el router y apagar el móvil que mucha gente tiene por costumbre dejar en la mesilla de noche. Otras recomendaciones menos conocidas pero igualmente importantes son evitar colocar en la pared contigua un electrodoméstico ya que, aun estando apagado, emite radiaciones que traspasan la pared. Tampoco es conveniente poner a cargar el móvil cerca de la cama, ni usar un radio-despertador.
Entre los clientes de Pérez se encuentran personas con problemas como insomnio o fatiga crónica que, tras hacerse todo tipo de pruebas médicas, recurren a esta empresa como último recurso. Este es el caso de un matrimonio de Córdoba que, según señala, tenía tantos problemas para dormir que decidió pasar las noches en un hotel. Tras acudir a la vivienda, los técnicos descubrieron que el problema se encontraba en las estructuras metálicas del propio edificio. “El uso de las estructuras metálicas se ha incrementado tanto en los últimos años que a veces no conseguimos encontrar el norte en las casas”, indica.
El matrimonio de Córdoba terminó mudándose a otra vivienda, pero normalmente no hace falta llegar tan lejos. Aunque, como hemos dicho anteriormente, existe una gran desinformación sobre este tema, el siguiente decálogo de salud geoambiental podría ayudar a resolver problemas de sueño o fatiga si no se han encontrado otras causas aparentes que los causen:
1. Alta permanencia. Evita situar tu lugar de descanso o de trabajo sobre zonas con alteraciones geofísicas que alteran los campos magnéticos naturales en la superficie y provocan inestabilidad e intensa radiación terrestre. Los lugares donde pasas más horas al día deben estar libres de radiaciones naturales.
2. Descanso. Si has experimentado un caso de imsomnio o dolor de cabeza sin saber la causa puedes probar a no colocar en la mesilla de noche aparatos eléctricos como radio-despertadores, lámparas halógenas con transformador o teléfonos inalámbricos. Además, en esos casos se recomienda no poner el móvil a cargar al lado de tu cama.
3. Móviles. Al hablar por el móvil, hazlo con el manos libres; si evitas colocarte el aparato al lado del cerebro, estarás protegiéndote de sus radiaciones. Conecta el bluetooth o el wifi sólo cuando lo necesites. Procura que los niños no usen los móviles. Puedes leer más recomendaciones sobre el uso del móvil aquí.
4. Electrodomésticos. La lavadora, microondas, horno, caldera, cocinas de inducción o vitrocerámica no deben estar en la pared contigua a la cabecera de tu cama. Aun estando apagados, emiten radiaciones que traspasan la pared.
5. Instalación eléctrica. Comprueba que el cableado no emite más radiaciones de lo estrictamente necesario y que las tomas de tierra funcionan bien.
6. Tecnologías inalámbricas. Las tecnologías sin cables, como los teléfonos inalámbricos DECT o los routers wifi, saturan nuestro entorno de radiaciones. Elige preferiblemente tecnologías con cable y, si la tecnología inalámbrica te resulta imprescindible, siempre coloca las fuentes de radiación lejos de los lugares de alta permanencia.
7. Gas radón. Cuando decores tu casa, evita el uso de basaltos o granitos, algunas cerámicas y ciertos tipos de gres, que pueden ser fuente de gas radón. Si el inmueble tiene estos materiales, asegúrate de que hay una buena ventilación.
8. Antenas y cables. Antes de adquirir una nueva vivienda u oficina, vigila que no haya cerca antenas de telecomunicaciones o de teléfonos móviles, líneas de alta tensión, tendido eléctrico o transformadores urbanos.
9. Electricidad estática. Evita el uso excesivo de materiales sintéticos: moquetas, tejidos, encimeras de cocina, mobiliario, etc. Coloca humidificadores y utiliza preferentemente materiales naturales.
10. Edificios inteligentes. Los lugares cerrados con ventanas impracticables, suelos o techos técnicos y aires acondicionados son caldo de cultivo de bacterias y hongos por el aumento de la ionización positiva del aire. Hace falta una buena ventilación y utilizar ionizadores para mejorar la calidad del ambiente.
@nataliamartin es periodista. Si quieres ponerte en contacto con ella escribe a natalia@vidasencilla.es

Fuente: El País

Inicio del curso de Técnico en Salud Geoambiental 2013

Este año estrenamos formato para nuestro Curso de Salud Geoambiental. Después de algunos años de experiencias presenciales en la Fundación para la Salud Geoambiental hemos dado un paso decisivo y nos hemos lanzado con un curso on-line con el que pretendemos llegar a todo el mundo de habla hispana.

La necesidad nos la plantearon algunos futuros alumnos, dentro y fuera de España, que deseaban recibir esta formación pero que contaban con serias dificultades para desplazarse hasta Madrid y asistir a clase. Finalmente, y con el apoyo de la Fundación Vivo Sano, la iniciativa se ha puesto en marcha y en unos días, el 28 de enero, inauguraremos este nuevo curso.

Aunque se puede obtener la titulación de Técnico en Salud Geoambiental sólo con el curso on-line, hemos decidido mantener en esta formación cuatro talleres presenciales. Las vivencias con las promociones en años anteriores han sido tan especiales que nos resistimos a abandonar totalmente la enseñanza al estilo clásico. Las prácticas, que comienzan el 22 de febrero, no sólo están orientadas a los nuevos, sino también a los antiguos alumnos que quieran depurar su técnica.

Ya sea cara a cara o con una pantalla y un teclado de por medio, seguiremos fomentando la curiosidad, el conocimiento y el espíritu crítico, las cualidades que todo especialista en Salud Geoambiental debería cultivar día tras día.

Aprovecho la ocasión para dar las gracias a todos aquellos que habéis hecho posible la puesta en marcha y la continuidad de esta formación durante los últimos tres años, alumnos, profesores, y organización. En especial a Ruth Echeverría, por su profesionalidad como profesora y por ser el alma en la organización de estos cursos.

Gente curiosa, ¡nos encontramos en las formaciones!

Áreas geopatógenas, los NO lugares.

Durante una conversación con mi buen amigo Iñaki Alonso, hablando sobre bioconstrucción y la importancia de la geobiología en este campo, surgió entre otros tantos temas el concerniente al carácter de los lugares donde hacemos la vida. Iñaki es arquitecto, y sus experiencias y observaciones en el ejercicio de su profesión le han mostrado lo que él llama lugares, y no lugares.

En los espacios a los que Iñaki se refiere como lugares, podemos expresarnos tal y como somos. Un lugar es armonía y salud, y se encuentra en relación íntima con nosotros, tan estrecha y armónica que no nos damos cuenta de lo relevante que es en nuestras vidas. El lugar, como todo en la vida, en muchos casos sólo se muestra cuando falta. Entonces nos enfrentamos a su opuesto, el no lugar.

El no lugar es un espacio sin raíces, donde sufrimos la desconexión con las fuerzas que crean la vida. Por esta causa podemos incluso enfermar. En el no lugar surge el dolor y la ausencia de belleza, y es ahí donde nos hacemos conscientes de la importancia que tiene el lugar para expresarnos en la vida, para poder ser.

Carlos Castaneda, en su libro “Sobre las enseñanzas de Don Juan”, escribe unas interesantes referencias al lugar similares a las observaciones de Iñaki. En ellas se identifica al lugar como el sitio:

“Lo adecuado era hallar un sitio en el suelo en donde pudiera sentarme sin fatiga”

“Un sitio significa un lugar donde uno podía sentirse feliz y fuerte de manera natural”

“El bueno se llama “el sitio” y el malo “el enemigo”. Estos dos lugares son las claves del bienestar de un hombre”

En geobiología, a los no lugares los denominamos áreas o zonas geopatógenas, del griego geos (Tierra) + patógenos (que produce enfermedad). Y las enfermedades producidas por exposición a la actividad geofísica de un área geopatógena se conocen como geopatías, de geos (Tierra) + pathos (enfermedad). Los no lugares son áreas geopatógenas, y consecuentemente influyen negativamente en la salud de las personas que pasan su vida en contacto con estos espacios.

Pero, ¿qué hace que un lugar sea geopatógeno y se convierta en un no lugar? Pues bien, las áreas geopatógenas surgen de las distorsiones en las fuerzas físicas que nos envuelven, nos animan y nos dan forman, y que en los lugares son las responsables de los primeros planos físicos de la existencia. Las cuatro fuerzas o interacciones fundamentales (interacción nuclear fuerte, interacción nuclear débil, interacción electromagnética e interacción gravitatoria) son la matriz de la vida, dan forma y movimiento a todo lo que existe y a lo que no.

Cuando una o varias de estas cuatro fuerzas o interacciones se encuentran interferidas, se producen grandes variaciones en sus intensidades y ritmos, se distorsiona el campo del lugar, y es cuando surge el no lugar o área geopatógena. Estas interferencias normalmente son producidas por la interacción geofísica de elementos geológicos o constructivos, que imprimen una influencia directa sobre el carácter del lugar, y consecuentemente sobre sus habitantes.

Los primeros, los elementos geológicos, son de origen natural, se encuentran en la corteza terrestre y se producen por la actividad geofísica de corrientes y flujos de agua subterránea, fracturas, oquedades, o cambios en la composición mineral de los terrenos, entre otros. Estos cambios geológicos pueden crear interferencias locales en las constantes geofísicas de un terreno. Siempre han estado ahí, y han distorsionado el carácter del lugar desde que la Tierra existe.

Todas las tradiciones del mundo recogen la existencia de estos lugares. Los seres humanos siempre han sabido identificar la diferencia en el carácter de los lugares. En la actualidad y en nuestro modelo social parece que lo hemos olvidado, pero en mi experiencia del día a día vengo observando que no es así. Casi todo el mundo ha tenido experiencias de rechazo o atracción subconsciente al enfrentar un lugar.

Los segundos, los elementos constructivos, los introducimos nosotros mismos en el medio con las estructuras ferromagnéticas utilizadas en la edificación, construimos casas de hierro que cambian las fuerzas dentro del propio edificio. Son sistemas constructivos que no han existido en cientos de miles de años de historia del hábitat humano. En algunas edificaciones, construidas hace menos de dos décadas, encontramos tanta estructura metálica que nos resulta imposible orientar una brújula. Lugares con múltiples nortes, variaciones de campo de decenas de miles de nanoteslas, y cambios en la polaridad del campo geomagnético. Personas que duermen con la cabeza al oeste, el cuerpo al sur, y los pies al norte. ¿Cómo podemos encontrar nuestra verdadera forma en un mundo retorcido?

Somos hijos de la Tierra y un reflejo directo del lugar donde hemos sido concebidos y gestados. Nuestros propios campos biofísicos están directamente influidos y moldeados por el lugar en el que hemos crecido y en el que vivimos.

Quizá tú también tienes alguna experiencia de lugar o de no lugar. ¿Nos la cuentas? Comparando nuestras vivencias y debatiendo sobre ellas, seguramente podamos aprender un poco más del entorno en el que vivimos.

Geobiología y bioconstrucción, la elección del lugar


Los materiales, las instalaciones, los sistemas energéticos, el diseño bioclimático, la gestión del agua y de los residuos… Como si de un organismo vivo se tratase, son realmente importantes en la integridad bioconstructiva de un edificio, y no sólo por la calidad de vida y la salud de las personas que lo habitarán, sino también por la salud de todo el planeta.

Y si estamos hablando realmente de bioconstrucción, no deberíamos olvidar jamás el primer paso fundamental, la elección del lugar. Todas las tradiciones del mundo han contemplado este aspecto desde tiempos tan arcaicos que seguro se remontan a antes de existir como Homo sapiens. Se trata, sencillamente, de encontrar nuestro lugar en el mundo y, por lo que sabemos, es algo que hacemos todos los organismos del planeta.

Antes de ubicar un asentamiento humano (tienda, choza o casa) es de vital importancia conocer la tipología bioenergética del área donde se va a realizar el asentamiento. Se trata de un factor que va a influir directamente en la calidad del descanso y en la salud de las personas que habitarán en ese lugar del mundo.

¿Y cómo es nuestro lugar en el mundo?

Conocer la naturaleza geobiológica del terreno disponible nos permite elegir el mejor lugar para emplazar la futura edificación. O en el caso de no tener muchas posibilidades de movilidad del emplazamiento, al menos tener la información suficiente como para diseñar adecuadamente la ubicación de los diferentes espacios dentro del edificio, destinando las áreas más saludables para los dormitorios, sancta sanctorum de la salud en cuanto al lugar donde hacemos la vida. Y en un segundo plano, pero sin restarle importancia, los lugares de larga permanencia, como en el caso de los espacios de trabajo, sobre todo los que no permiten mucha movilidad, por ejemplo, un despacho en el que pasaremos largas jornadas de trabajo de forma habitual.

En geobiología, los lugares que influyen negativamente en la salud se denominan áreas o zonas geopatógenas, del griego geos (Tierra) + patógenos (que produce enfermedad). Y las enfermedades producidas por exposición a la actividad geofísica de un área geopatógena se conocen como geopatías, de geos (Tierra) + pathos (enfermedad).

En próximas entradas de este blog describiremos la naturaleza geofísica de la Tierra, que puede hacer que un lugar sea sano o geopatógeno.